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Génesis de Alejandria

Los supuestos “sintomas” de quienes padecen Génesis de Alejandria son: piel blanca que resiste el calor y la exposición al Sol; sus cuerpos no poseen vello más que aquel con el que se nace(cejas, cabello, pestañas), en el caso de los hombres no crece la barba o bigote; sus ojos son de color púrpura lo que es rasgo distintivo de estas personas; las mujeres no menstruan jamás sin embargo son fértiles; su proceso de envejecimiento es lento; su promedio de vida esta en los 170 años de edad aproximadamente; sus cuerpos producen poco o nada de desechos; tienen cuerpos bien desarrollados; sus sistema inmune es increiblemente fuerte y resisten casi cualquier enfermedad conocida; poseen una visión perfecta y ellos nunca ganan sobrepeso. En otras palabras, son humanos casi perfectos.

La legenda detrás de esta mutación genética es que cientos de años atrás, en Egipto una misteriosa luz ilumino el cielo y la gente abajo en el valle desarrollo piel pálida y ojos púrpura. Fueron llamados "gente espiritual" por su apariencia. Esta misteriosa gente eventualmente se desplazo al norte y desaparecio.

Lamentablemente esto no pasa de ser una leyenda urbana, pues hasta la fecha no hay evidencia sobre esta condición.

Algunos síndromes con nombre de personajes de cuento.

El otro dia mientras veia una nota sobre el sindrome de Peter Pan (es decir, la gente que miente demasiado y que conocemos como mitómanos) se me ocurrio buscar algunos sindromes con estos curiosos nombres, basados en historias y cuentos. He aqui algunas:

Sindrome (definición)

En el campo de la medicina, un síndrome es un cuadro clínico o conjunto sintomático que presenta alguna enfermedad con cierto significado y que por sus características posee cierta identidad clínica.

Síndrome de Rapunzel

El cuento se usa para nombrar un desorden llamado síndrome de Rapunzel, una rara obsesión que consiste en comerse el propio cabello. También se le conoce como tricofagia.

El pelo con el tiempo pueden acumularse en el tracto gastrointestinal (en ocasiones, y dependiendo de la severidad de los síntomas), causando indigestión y dolor de estómago. El ritual es un factor importante, y puede involucrar tocar el bulbo de la raíz con los labios, saborear el cabello, y ocasionalmente masticarlo. A veces, las personas con este trastorno puede incluso engullir el cabello de los demás. En el campo de la psiquiatría se considera un trastorno psicológico compulsivo, estrechamente relacionado con la tricotilomanía, el hábito irresistible de arrancarse sistemáticamente el cabello o el vello de distintas zonas corporales.

Síndrome de Pinocho

Se ha designado como “Síndrome de Pinocho” a la compulsión incontenible que sufren algunas personas para mentir.

Estas personas crean en torno a sí mismas un mundo irreal e imaginario y experimentan grandes dificultades para escapar del circulo vicioso que ello genera. Las personas que mienten de modo obsesivo esconden habitualmente problemas psicológicos y trastornos de personalidad: déficit o carencias personales, falta de autoestima, fobias, ansiedades, inseguridad, timidez, problemas de habilidades sociales, complejos de inferioridad... Son personas que no se aceptan ni a nivel personal ni social, ya que se consideran inferiores, por lo que intentan compensar sus inseguridades o falta de aprecio a base de mentiras y de construir castillos irreales en el aire.

Síndrome de Othello

Tambien llamado celopatia, es un trastorno delirante caracterizado por una preocupación excesiva e irracional sobre la infidelidad de la pareja. El paciente, normalmente un hombre, está absolutamente convencido de que su pareja le es infiel sin que exista motivo real que lo justifique. En estos pacientes, el rival cobra especial relieve: quiere saber quién es, como le conoció, en qué le supera, poniendo constantemente de manifiesto esta morbosa curiosidad, y buscando en las respuestas de su pareja contradicciones que alimenten su convicción.

Se trata de una auténtica encarnación de la actitud y pensamientos de Othello hacia Desdémona en la célebre obra de Shakespeare.

Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas

Es un trastorno que hace que las personas que lo padecen perciban alteraciones en la “forma, tamaño y situación espacial de las cosas”, una desfiguración de la imagen personal que hace que se sientan o bien demasiado grandes o demasiado pequeños, así como una distorsión del paso del tiempo. Se le han asociado otros síntomas como la palinopsia (ilusión visual por la que se multiplican las imágenes), acromatopsia (incapacidad para percibir los colores) y la prosopagnosia (incapacidad para reconocer los rostros). Los científicos sospechan que Lewis Carroll, autor del cuento que da nombre al síndrome, pudo padecer de estos síntomas, lo que explicaría las extrañas experiencias que hiciera vivir a su protagonista.

Síndrome de Peter Pan

Este es un conjunto de rasgos que tiene aquella persona que no sabe o no puede renunciar a ser hijo para empezar a ser padre. El hombre/niño que se resiste a crecer es incapaz de cuidar y proteger a nadie así como de intercambiar papeles igualitariamente en el contexto de una pareja. Exhibe un desfase patológico entre su edad cronológica y su madurez afectiva.

Hombres que presumen de joviales, simpáticos, alma de las fiestas, deportistas, aplicados seductores de jovencitas a edades notoriamente inadecuadas, con frecuencia no son más que “peter panes” afectivamente inmaduros y promotores de mucha desdicha en las relaciones de pareja. Se trata de hombres que no han aprendido la diferencia entre haber crecido y ser adultos.

Por otra parte, el complejo o dilema de Wendy, habla de la actitud maternal, se refiere al papel de Wendy en la historia de Peter Pan, que representa un modelo de la mujer que a falta de controlar su propia vida hace esfuerzos por controlar la de su pareja a través de un papel maternal.

Pese a ser un problema que se produce en ambos sexos y a todas las edades, el síndrome de Wendy es mucho menos frecuente.

Sindrome de Pollyanna


Se dice que una persona con una “personalidad Pollyanna” es excesivamente optimista pese a que en su entorno reine la desesperanza. Los pensamientos negativos y las limitaciones que muchos sentimos en nuestra vida no tienen cabida en el corazón y en la mente de estas personas ya que semejantes conceptos no existen en su naturaleza

El nombre del síndrome viene dado por el nombre de la protagonista de la novela juvenil escrita por la norteamericana Eleanor H. Porter, publicada en 1913. Ella mantenía una actitud optimista ante cualquier situación y, precisamente por esa actitud, aportaba amor y luz a las vidas de aquellos con los que se cruzaba

 

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